Cada glucosa liberada del glucógeno lo hace como glucosa-6P, con lo cual se evita el gasto de una molécula de ATP para fosforilarla.
glucógeno200
20 glucosa + 180 glucosa-6P (teniendo en cuenta la frecuencia de las ramificaciones; véase el ejercicio de los balances del glucógeno)
20 Glc + 20 ATP
20 Glc6P + 20 ADP
Ahora ya hay en total 200 moléculas de glucosa-6P
Si partiésemos de 200 moléculas de glucosa, se necesitarían 200 de ATP para convertirlas en glucosa-6P. Por lo tanto, partiendo de glucógeno se ahorra el gasto de 180 moléculas de ATP.
Dicho de otro modo: en la glucólisis cada molécula de glucosa gasta 2 de ATP y produce
4: 200 de glucosa producen netas 400 de ATP. Al partir del glucógeno se tienen 180 moléculas de glucosa-6P que en la glucólisis sólo gastan 1 ATP y siguen produciendo 4: una de glucógeno produce netas 20 × 2 de ATP + 180 × 3 de ATP = 580 ATP.
Luego la diferencia es que a partir del glucógeno200 se obtienen 180 moléculas más de ATP que a partir de 200 moléculas de glucosa libre.